Ron añejo ultra premium, en cuya elaboración se mezclan rones con un añejamiento de 6 a 23 años.
Productor: Licorera Zapacaneca
Origen: Guatemala
Capacidad: 70 cl
Vol. Alcohol: 40%
CARACTERÍSTICAS ZACAPA 23
Ron Zacapa 23 años precedente de Guatemala, y añejamiento en altura. Este ron reposa a 2.300 metros de altitud en La Casa de las Nubes, uno de los centros más altos de todo el mundo.
Su carácter artesanal está presente tanto en la elaboración, como en su conservación y su presentación, ya que todas las botellas incluyen un petate confeccionado por familias indígenas de Jocotán.
Zacapa 23 años se consigue combinando la miel virgen (la primera prensada de la caña de azúcar) y no melaza, lo que le otorga su color denso y almibarado. Su fermentación es muy peculiar, ya que es un proceso lento en el que se utiliza una cepa propia de la levadura extraída de su piña. Su añejamiento, con el sistema solera que se utilizaba en España hace 500 años, se hace en barricas de roble blanco tipo americano, donde antes se han envejecido whisky bourbon, vino de Jerez y vino Pedro Ximenez.
Balance y perfecta combinación de dulzura, especies, frutas. Un deleite del conocedor. La obra suprema de expresión del arte de la maestra ronera.
NOTA DE CATA DE ZACAPA 23
VISTA
Caoba con línea rojiza de un añejamiento lento en barrica en los bordes y un recorrido largo y lento.
NARIZ
Muy abierto en nariz con una abundancia de aromas que parecen evolucionar cada vez que se aprecia. Un estupendo equilibrio de roble tostado maduro, caramelo quemado, frutos secos tostados, mazapán y cáscara de naranja. Con una delicada nota floral de madreselva en el trasfondo.
BOCA
Un equilibrio deliciosamente completo y equilibrado de dulzor, fruta, especias y licores adicionado por el término en barricas de roble francés que tuvieron Cognac. De recorrido largo, suave y dulce con pesadas notas de chocolate negro con guindas e intensos sabores de frutas secas como sultanas, dátiles y ciruelas. Roble dulce y clavillo, vainilla y canela y notas ligeras de mango seco y frambuesas, con una insinuación a jengibre para acabar. Todo un deleite para el sibarita y la máxima expresión del arte de la Maestra Ronera.